¡Vino, vino, vino, vino, vino, vino!
– cuantas veces mas voy a gritar vino
antes de darme cuenta que todos los cuerpos,
que nunca se conocieron estaban destinados a encontrarse
y todos los cuerpos que se encontraron estaban destinados a caer.
Vino, vino, vino, vino y vino de nuevo
grito
mientras mi corazón vuela por otra dimensión
siendo ahora reemplazado por ese reloj de bolsillo mecánico
colgando por mi garganta, llegando a mi pecho
tic-toc, tic-toc!
mi corazón seguirá
y el vino correrá por mi boca…
Un vómito rojo oscuro: vómito de vino, vómito de vida y muerte.
Porque todo lo que sabía estaba seguro
y porque lo supe acabé solo
yo sabía demasiado.
El reloj de bolsillo sigue corriendo hasta que alguien encuentra mi cuerpo
blanco como es y sin vida
con una belleza particular de todos los contrastes reunidos
oscuro, cabello negro, blanco, piel pálida
tic-toc y tic de nuevo, ¡la muerte es vida y la vida es muerte una vez más!
Vierta más vino, vierta todo, vomite el mundo, vomite el ácido que tienes dentro
y haz el hecho que te vayas, solo un espectáculo más
un espectáculo, en el que todo se mueve lento y se cae en pequeñas partes,
disolviéndose, disolviéndose, todo se disuelve …
Mi cara, mi pelo, mi pecho, mis piernas, mis brazos, mis orejas.